Luis Cuevas
En La máscara de la tinta roja/ O de cómo una correctora de estilo burló lacensura soviética se juega con los límites formales del género de la novelahistórica recurriendo a la paleta narrativa de la literatura fantástica.La correctora de estilo Gisela Lyner (1895-1962) se propone descubrirquién asesinó a su marido, el periodista Egon Erwin Kisch (1885-1948).Ambos personajes son reales y se exiliaron en México a mediados del sigloXX para escapar del terror nazi.Sin embargo, al volver a Praga después de la Segunda Guerra Mundial,Gisela sufre una estricta vigilancia soviética, pues los estalinistas la acusande trabar amistad en México con el disidente Trotski. La única forma quetiene para desenmascarar a los asesinos de su marido, aparentementefuncionarios del Partido Comunista Checoslovaco, es entretejer sus denunciasentre las reediciones de obras clásicas que ella corrige por encargo de-na las sospechas sobre el asesinato de su esposo en el estilo narrativo dedistintos autores canónicos de la literatura fantástica: Edgar Allan Poe, H.G.Wells o Lewis Carroll, por mencionar algunos.Además del tono de las narraciones (se trata en muchos casos de parodiasy pastiches literarios), la narradora recurre a otros tipos de texto paradisfrazar su voz y así proteger su identidad y salvar la vida. Por ejemplo, elencuentro histórico entre Charles Chaplin y Egon Erwin Kisch, sucedido enHollywood en 1927, es narrado como si se tratase de un guion cinematoenmascarasus hallazgos son crucigramas, horóscopos, contratos jurídicoso libretos radiofónicos.Los datos históricos de que se nutre esta novela son fruto de la tesis doctoralde Luis Cuevas publicada en alemán por el sello editorial Königshausen& Neumann bajo el título Es war einmal ein Faktensänger (2019). En suerudita investigación académica, el autor analizó los recursos literariospresentes en los reportajes de Egon Erwin Kisch. Y ahora, él mismo desanrante y provocadora.