Alejandra Rodríguez Peña
Entre cuentos y poemas, se desvelan la urgencia permanente de recordar, al igual que, lanecesidad de sentirnos los unos a los otros, como esas raíces de secoya que se hacen fuertes alunirse cuando se incendian, y que a pesar de ser únicas individualmente, entrelazadas, pretendenalcanzar el sol juntas como si hubiesen nacido para hacerlo, como si los sueños por imposibles queparecieran, pudieran acercarse a nosotros al volvernos un andamiaje de las más bellas serendipiasuniversales. Sobre la conciencia, la empatía y el necesario derecho a soñar, presenta distintastonalidades de eso tan digno de apreciar que es la experiencia humana, rescatando la apreciacióncomo la sustancia que nos permite considerar la maestría del entorno, lo vivido, lo que se puedeconstruir y eso tan valioso que es el otro.