Arturo Luna Briceño
: El 26 de septiembre de 1.984, el día grande de la feria de Pozoblanco, se celebró una corrida que ha hecho época. Actuaron los diestros, Francisco Rivera “Paquirri”: Vicente Ruíz “El Soro” y José Cubero “El Yiyo”, con toros de la Ganadería de Sayalero y Bandrés.En la lidia del cuarto toro, marcado con el nº 9 de nombre “Avispado”, cuando Paquirri lo llevaba al caballo el toro le dio una cornada de las denominadas de muslo abierto. A partir de ese momento se comenzó una ceremonia de la confusión que terminó horas más tarde con la muerte del torero en la puerta de Hospital Militar de San Fernando de Córdoba.En este libro se narra los hechos acaecidos con entrevistas a los protagonistas, cómo se montó la corrida, en declaraciones inéditas hablan los médicos que lo operaron: Eliseo Morán, Cirujano de la Plaza de Toros de Pozoblanco: Rafael Ruiz, Cirujano de la Plaza de Córdoba,y José María Cabrera, Cirujano de Pozoblanco.Los verdaderos hechos nada tienen que ver con los ríos de tintas vertidos y las biografías emitidas por algunas televisiones.La narración es un reportaje cronológico de los hechos que evoluciona en el tiempopalpando el sentimiento de Pozoblanco, que sufrió insultos graves y se le ha hecho pasar por una villa perdida y no la ciudad industrial que es.Al año siguiente murió El Yiyo corneado en la Plaza de Colmenar Viejo, cerca de Madrid, y tiempo después El Soro, saltando la barrera se partió una pierna y se tuvo que retirar del toreo. Al ganadero Bandrés, dueño de ISNASA la naviera de ferrys que cruza el Estrecho de Gibraltar, los mató a tiros uno de los camareros de sus barcos. Así comenzó la historia del “Cartel Maldito”Y por su influjo la leyenda negra del Toro Avispado.
