Bertha GarcÃa / Sonia Alda MejÃas
Casi todas las miradas que se proyectan hoy en dÃa a la comprensión del mundo en el que vivimos destacan el diagnóstico de una crisis, sea esta del orden social, del polÃtico, del Estado de derecho, del derecho penal (Ferrajoli, 2006), de las instituciones o de las normas de convivencia social. La globalización se presenta como la fuente causal de todo ello.Sobre el concepto de globalización y sus efectos existen diversas opiniones, una de ellas representada por Luigi Ferrajoli en su artÃculo Criminalidad y Globalización (2006), donde lo denota como una mundialización de las comunicaciones y de la economÃa, que no está acompañada de una correspondiente mundialización del derecho y de sus técnicas de tutela, y que se presenta en paralelo al declive del estado nacional y del monopolio estatal de la producción jurÃdica. La presencia de nuevas formas de explotación, discriminación y agresión a bienes comunes y a derechos fundamentales serÃan sus caracterÃsticas sobresalientes.Entre sus efectos, según el mismo autor, está el desarrollo con dimensiones sin12precedentes, la criminalidad internacional y a su vez global, en el mismo sentido del que se habla sobre la globalización de la economÃa, puesto que los actos realizados por los sujetos implicados no ocurren solamente en un único paÃs o territorio estatal, sino a la par de las grandes corporaciones multinacionales, a nivel transnacional o incluso planetario. En cambio, sobre la globalización como realidad, existen apreciaciones diferentes; una de ellas los considera un fenómeno histórico que opera desde los inicios de la modernidad en ciclos de expansión y contracción, con las lógicas simultáneas de lo global y lo local, aceleradas desde hace dos centurias por la radicalización creciente de la modernidad. Sus estructuras responden al funcionamiento de ondas de largo, corto y mediano plazo (Cristopher Chase-Dunn,1989) configurando las sucesivas estructuras del Sistema Mundo en términos de centro, periferias y semiperiferias.1 En este esquema, se discute sobre el papel que tendrÃa el Estado nacional, sea en la resignificación de las instituciones por el movimiento de las fuerzas del sistema a nivel mundial, o por la disminución de su soberanÃa. Estos autores advierten que el momento actual del Sistema Mundo es el de una transición conflictiva hacia otra época sobre la cual no tenemos certezas. 4