Francisco Marín Vargas
Adentrarse en esta obra poética es revivir nuestro nacimiento, el primer barro,ese amanecer que condicionaría la existencia hasta convertirnos en ser.Tomaremos conciencia para ir creciendo abiertamente en la nada,a pesar del dolor, que gratamente nos hará transcender.En este ejercicio de soltar, en el silencio, en la ausencia de palabras;vida y muerte encuentran su liberación.